Para viajar a Uzbekistán sin problemas debes tener en cuenta los siguientes 9 puntos para asegurarte una estancia sin problemas.

1. Los drones están prohibidos
Si estás viajando con un dron esto es lo que debes hacer al llegar al aeropuerto de entrada al país:
- Comprar una sim local justo al pasar control de pasaportes. Necesitarás un número de teléfono local
- Elegir la línea roja de “Algo que declarar” en el paso de control aduanero
- Decir que se tiene un dron
- Completar el formulario correspondiente
- Mostar el pasaporte
- Enseñar billete de salida de Uzbekistán (debe ser a través del mismo aeropuerto)
- Mostrar el número de teléfono local
- Dejar el dron en el almacén
A continuación, un oficial entregará un recibo con un número de teléfono. Se debe llamar a dicho número el día anterior a tu partida.
El día de la salida, acercarse en el aeropuerto a Aduanas en la zona de Salidas. En el aeropuerto de Taskent está ubicado en un kiosco a la izquierda, después de pasar el control de escaneo de la tarjeta de embarque.
En ese momento se recupera el dron.
2. Yandex es el rey
En Uzbekistán no funciona ni Uber, ni Bolt ni Cabify. Se debe descargar Yandex para usarlo con servicio de auto. Funciona en las principales ciudades.
En mi opinión, intenta evitar los taxis, especialmente los de los aeropuertos, porque son famosos por estafar a los turistas extranjeros.
Si utilizas esta app, fíjate en el punto que marca de recogida. A menudo tienes que desplazarte cierta distancia.
3. Billetes de tren en Uzbekistán
Es posible viajar entre Taskent, Samarcanda, Bukhara (también llamada Bujará) y Khiva en tren. Sin embargo, obtener billetes en el Afrosiyob, que es un TALGO que opera como tren de alta velocidad, puede resultar difícil.
Los billetes se pueden comprar en los 45 días anteriores a la fecha de viaje, pero se venden muy rápidamente. La consecuencia es que muchas veces sólo será posible viajar en trenes lentos divididos en compartimentos o incluso en coche-cama en segunda o tercera categoría. (Sí, pueden ser coche-cama aunque todo el viaje sea de día).
Si te toca la litera de arriba, decir que es muy incómoda, tanto para subir y bajar como para viajar, ya que ahí no hay espacio para ir sentado.
En estos trenes coche cama la diferencia entre segunda y tercera es que en esta última categoría no hay aire acondicionado.
En estos trenes no hay servicio de cafetería a bordo, pero sí pasan continuamente vendedores ambulantes a los que es posible comprar de beber y comer.
La página oficial para comprar billetes de tren en Uzbekistán la puedes obtener haciendo click en el enlace. Si no se tiene un número de teléfono local es mejor registrarse con un email.
A veces en la página oficial no aparecen los billetes. En estos casos se puede intentar una app distinta, que cobrará una pequeña comisión. En Asia funciona muy bien 12go.asia, pero hay más. Lamentablemente, cuando yo viajé a Uzbekistán no se podía utilizar Trainline para comprar billete de tren ni tampoco me funcionó Trip para esa finalidad.
4. Ópera en Taskent
En Taskent no hay mucho que hacer, pero si te gusta la ópera puedes ir a una representación en el Teatro Navoi.
Debes de tener en cuenta que aunque las obras suelen tener buena calidad es habitual que los espectadores hablen tarde e incluso que hablen por teléfono durante la representación.
Además, últimamente, están pidiendo que se siga un código de vestimenta, dejando fuera a personas con billete que visten bermudas.

5. El impuesto que te roban
En teoría, al viajar a Uzbekistán los extranjeros pagamos en cada hotel un impuesto y debemos recibir un papel para enseñarlo en el aeropuerto cuando salimos.
Lo cierto es que no lo están pidiendo en el aeropuerto y por ello algunos hoteles no dan el justificante y, si lo dan, incluye un código QR que, si se comprueba, se puede ver que, más veces que no, mienten en el número de días que se ha estado alojado.
6. Viajar a Uzbekistán es seguro
Incluso para las mujeres que viajan solas puedo decir que Uzbekistán es un país seguro, con las precauciones que hay que tener en todas partes.
Hay que evitar a los taxistas en los aeropuertos y saber que los hoteles se quedan con los impuestos. Pero, por lo demás, no hay problemas.
7. Tarjetas de débito y de crédito
A la hora de viajar a Uzbekistán puedes usar sin problemas las tarjetas de crédito y débito Visa y Mastercard ya que las aceptan en muchos restaurantes y hoteles (aunque no en todos).
Sin embargo, conviene sacar dinero en efectivo en un ATM porque en los bazares y pequeños comercios se paga en som.
Verifica antes con tu hotel si puedes pagar con tarjeta. Incluso aunque reserves a través de páginas de hoteles muy conocidas es posible que el pago debas hacerlo in situ y, en ocasiones, sólo admiten som.
8. Merv no está en Uzbekistán
En la Ruta de la Seda hay tres ciudades míticas: Samarcanda, Bukhara y Merv. Esta última no está en Uzbekistán, sino en Turkmenistán.
9. Afrasiab para los locos de la historia
A la hora de viajar a Uzbekistán los grandes imanes para los turistas extranjeros suelen ser Samarcanda y Bukhara y, si añadimos otro lugar, ese destino es Khiva.
Sin embargo, si eres un gran fan de la historia te recomiendo que te acerques a Afrasiab, muy cerquita de Samarcanda.
Hoy sólo son ruinas, pero esa ciudad estuvo en activo desde aproximadamente el siglo V antes de Cristo al XVIII de nuestra era.
En el museo se encuentran unos murales excepcionales donde se pueden ver las embajadas de otros países en el siglo VII, incluidos la china y la coreana (se les distingue por sus sombreros y peinados).
Curiosidad: la gente de Uzbekistán (pista: hay miles de coreanos)
Uzbekistán significa tierra de los Uzbekos. Son musulmanes sunís y hablan una lengua de la familia túrquica. Representan aproximadamente el 85 por ciento de la población.
Pero a pesar de la gran mayoría uzbeka, hay importantes minorías. Viajar a Uzbekistán da la oportunidad de conocer a grupos étnicos que, a priori, no se esperan en el país.
Los rusos han estado emigrando continuamente desde la independencia del país de la URSS. En la actualidad están principalmente concentrados en Taskent.
En Samarcanda y Bukhara hay una presencia notable de tayikos, musulmanes de origen iraní y que hablan un idioma influenciado por el persa.
En Bukhara, además, hubo una colonia importante de judíos durante más de 2.000 años. Pero al igual que los rusos, han estado abandonando Uzbekistán desde el fin de la URSS.
También hay minorías de kazakos, tártaros, turcos, ucranianos e incluso coreanos (unos 200.000).
Además, al oeste del país residen los karakalpakos. Esta zona puede ser problemática y si se pretende visitar conviene estar al día con los devenires políticos que pueden afectar. Esta es la única zona que, dependiendo del momento, puede convenir evitar en un viaje a Uzbekistán.
Si te preguntas qué hacen los coreanos en Uzbekistán la razón hay que buscarla en la ocupación japonesa de Corea desde 1910 a 1945. Las condiciones de vida eran durísimas en esa época y miles de coreanos escaparon refugiándose en Rusia, en los territorios cercanos a la península coreana.
En 1937 Stalin ordenó su deportación forzosa a Uzbekistán y desde entonces han perdido el idioma coreano pero allí siguen, principalmente viviendo en Taskent y trabajando en los sectores de la Medicina y la Educación.
Conclusión
Viajar a Uzbekistán es una opción segura, relativamente barata, fácil de moverse por el país y todavía sin avalancha de turistas ni nacionales ni internacionales. Pero esta tendencia comienza a cambiar.
Si se tiene la intención de conocer un país del Asia Central, entonces Uzbekistán es una excelente opción pero que no se debe dejar para mucho más tarde, ya que el turismo de masas comienza a descubrir este gran país.